Esta fue la gota que rebalsó el vaso. Si si.
De chica ya odiaba las videograbadoras; nunca funcionaban cuando quería ver la película de La dama y el vagabundo, o la de Manuelita, me declaro culpable. Así que mi venganza contra ellas era ponerles monedas de cinco o diez centavos en vez de películas jojo, como muestra de mi odio por apretar 'Play' y cri cri, quedarme mirando la pantalla negra por several minutes. ¿Hace falta decir que yo rompí la única videograbadora que había en casa? Gracias, gracias.
Después, los televisores. Me acuerdo el primer día que pusieron el tele en mi cuarto; era grandísimo y divino. Me pasaba horas mirando canales cualesquieras y también, de la noche a la mañana, CABUM, explotó. Si, muy bien, esaa ! ¿Me querés decir que apreté, que desarmé, que investigué? Nada señor, NA DA; no soy curiosa con la tecnología. Está ahí y por algo estará, no voy a tratar de descubrir como funcionan, no no, paso.
Listo, chau tele grande, lindo y divino. Pero hola cámara digital !
Ok, pensé: 'Algo nuevo tecnológico, voy a tratar de cuidarla como oro'. Y así paso eh ! Pero si conocieran mi camarita, les agarra un ataque de nervios. Si vos sacas una foto y se te antoja ir a imágenes y verla: NO PODES. Si, leíste bien, no podes. ¿Porqué? Simple, la ves dos segundos y volvés al formato para sacar fotos. Si, está loquísima mi cámara, para que quererla entender. También, paso.
¿Conocen a mi computadora? Espero que no. Anda cuando quiere y se deja hacer andar cuando quiere. Es como los chicos, cuando les enseñás algo nuevo, y llamás a otra persona para que se lo muestren, se cohiben los estúpidos y no lo hacen. Bueno, mi compu es exactamente al revés. Un día no prendía el monitor, no prendía el monitor y después de varias sacudidas y trompadas, decidí llamar al soporte, ya que mi mano estaba cansada de los golpes. En fin, llega el chico, le comento mi situación y así, de una, sin explicaciones, el monitor prende.
Digamos que la cara de odio del chico fue muy grande; venirse hasta la loma del orto por nada, es justificativo.
Y hoy fue la gota que rebalsó el vaso. Si y si. DIOS ! Mi impresora andaba bien, imprimía de lo más lindo, fue un regalo de mis quince, y y y y NO ANDA. Aaaaaaaaagh, ok, pensaba que era la falta de tinta, OK, fui y compré los cuatro cartuchos de tinta. Los puse (no se como, pero como escuché de alguien muy sabio a re, la necesidad es la madre de toda voluntad) y al terminar esa acción, muy feliz porque cabe destacar que me llevo mal con la tecnología, por si no lo sabían, trato nuevamente de imprimir, y NO-SE-PUE-DE.
Aaaaaagh, Dios, me rehuso a llamar al pobre pibe del soporte. Me re-hu-so.
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