31/1/11
Cosas que a mi sola me deben pasar
- Mientras leo la bibliografía obligatoria sobre los genéros discursivos, la autora nombra a Cortázar. ¿Qué me pasa? Me pongo nerviosa y no puedo leer. ¿Por qué? Porque más abajo se ven las primeras palabras del diálogo del capítulo 41 de Rayuela. ¿Y? Y sí, eso me provoca Julio.
30/1/11
28/1/11
Cambio.
La felicidad es lo que queda de nuestros actos
positivos, claro.
negativos, no tanto
salvo que estos, a la larga
muy a la larga
se conviertan en positivos
sólo porque nuestra visión sobre ellos
simplemente
cambió.
positivos, claro.
negativos, no tanto
salvo que estos, a la larga
muy a la larga
se conviertan en positivos
sólo porque nuestra visión sobre ellos
simplemente
cambió.
27/1/11
Sí.
¿Es posible saber que aún nos queda un tormento más por conocer; saber también que ese tormento será el más cruel, el más depredador, el más sangriento; y desear sin embargo seguir en vida, seguir en pie como un árbol al que sólo le resta esperar el primer hachazo de una serie infinita de golpes y de mutilaciones?
24/1/11
Toda mi vida he sido una persona sustituta.
¿Es posible saber que la vida es un desliz, o un error, o un indebido hecho fortuito, y desear sin embargo seguir en pie, aferrados a sus accidentes y a su tiranía, sin un amparo verdadero, sin un consuelo real, sin un goce cierto?
No, pensó Minelli, no es posible. Porque un tal conocimiento sería indudablemente insoportable, o ingrato, o indeseable, aun cuando los hombres intuyan el dolor o atisben el pánico de esa herida constituyente pero impensable.
No, pensó Minelli, no es posible. Porque un tal conocimiento sería indudablemente insoportable, o ingrato, o indeseable, aun cuando los hombres intuyan el dolor o atisben el pánico de esa herida constituyente pero impensable.
23/1/11
16/1/11
Un día más entre tantos.
Desde el 27 de Junio del 95, parte de mis ganas de vivir se disiparon en la eternidad de mi realidad. Ese día Abri se mató.
Dolce far niente.
Acabo de descubrir un miedo (sí, uno más para agregar a la lista) que no conocía. A decir verdad, no se si es exactamente un miedo, sino algo que me presiona y a la vez me hace dudar de mi presente, no saber si lo que tengo ahora es para mi futuro o sólo algo momentáneo. Y es. Sí, es. Una frase, muy sencilla, que está en canciones, novelas, guiones de películas, panfletos, and so on.
"Sos el amor de mi vida"
Ojo eh, de-mi-vida. Way too important.
It's scary.
"Sos el amor de mi vida"
Ojo eh, de-mi-vida. Way too important.
It's scary.
14/1/11
This is how it works
(it feels a little worse)
Sensaciones después de una salida nocturna:
#Todavía no termino de madurar.
#Me sorprenden cosas que no deberían.
#Detesto mi manera de caminar
#Todavía me codeo con gente pajera. ¿Quién me obliga?
#No hacer algunas cosas por tenerles miedo, me convierte en una mogólica.
#Un psicólogo para mi, urgente.
Sensaciones después de una salida nocturna:
#Todavía no termino de madurar.
#Me sorprenden cosas que no deberían.
#Detesto mi manera de caminar
#Todavía me codeo con gente pajera. ¿Quién me obliga?
#No hacer algunas cosas por tenerles miedo, me convierte en una mogólica.
#Un psicólogo para mi, urgente.
13/1/11
cortennnnlé la cabeza!
Todavía los chicos y chicas miran Casi Ángeles. Sí, lo sé, es tristísimo. Conocí a una chica de 20 años obsesionada con toda esa mierda comercial y me dió pena. Pobrecita, no conoce que hay un mundo artístico afuera de su nube de pelotudismo constante que espera ser descubierto. Meanwhile, que le sigan chupando -epa!- el cerebro.
9/1/11
Agosto en Abril.
(...)
Era una época hermosa en la que tenía horarios locos. Me encantaba. A veces, tantas recuerdo, me despertaba a medianoche con un deseo inminente de escribir. Algo, pero escribir. Otras tantas veces almorzaba en el lugar de merendar, o cenaba a las dos y cuarto de la mañana. No había ningún tipo de rutina o cronograma para cumplir al pie de la letra que yo tuviera que seguir. Amaba esa vida de joven, siguiendo paso a paso las intrucciones para ser la perfecta rebelde. Y no me importaba, no. ¿Quién no pasó por eso algún año de los seis o siete que conforman la adolescencia? Abril y yo seguro que sí. Compañeras fieles a cada momento, ella fué quién me confesó lo de su revistita política -como ella solía llamarla-, con una cara terriblemente deseosa y contenta a la vez, cual nena de cinco años a punto de abrir el regalo que los Reyes Magos le dejaron.
- No se en qué va a terminar esto, si en un buen proyecto a futuro, con prestigio y reconocimiento, con premios por parte del Decano y halagos por parte de nuestros amigos profesionales, o en un tacho de basura junto con las revistas del corazón que tanto aborresco- decía cada tanto Abril, un poco desesperanzada después de tantos rechazos literarios. Ella necesitaba un empujón. Una emoción agradable que la despertara de esa pesadilla de repudios por parte de los que no la conocían. Mi empujón no era validero. La verdadera opinión está en el extraño. En aquel del que no se conoce absolutamente nada, y estima nuestra reproducciónes orales o escritas.
(...)
Era una época hermosa en la que tenía horarios locos. Me encantaba. A veces, tantas recuerdo, me despertaba a medianoche con un deseo inminente de escribir. Algo, pero escribir. Otras tantas veces almorzaba en el lugar de merendar, o cenaba a las dos y cuarto de la mañana. No había ningún tipo de rutina o cronograma para cumplir al pie de la letra que yo tuviera que seguir. Amaba esa vida de joven, siguiendo paso a paso las intrucciones para ser la perfecta rebelde. Y no me importaba, no. ¿Quién no pasó por eso algún año de los seis o siete que conforman la adolescencia? Abril y yo seguro que sí. Compañeras fieles a cada momento, ella fué quién me confesó lo de su revistita política -como ella solía llamarla-, con una cara terriblemente deseosa y contenta a la vez, cual nena de cinco años a punto de abrir el regalo que los Reyes Magos le dejaron.
- No se en qué va a terminar esto, si en un buen proyecto a futuro, con prestigio y reconocimiento, con premios por parte del Decano y halagos por parte de nuestros amigos profesionales, o en un tacho de basura junto con las revistas del corazón que tanto aborresco- decía cada tanto Abril, un poco desesperanzada después de tantos rechazos literarios. Ella necesitaba un empujón. Una emoción agradable que la despertara de esa pesadilla de repudios por parte de los que no la conocían. Mi empujón no era validero. La verdadera opinión está en el extraño. En aquel del que no se conoce absolutamente nada, y estima nuestra reproducciónes orales o escritas.
(...)
8/1/11
It's time to be playful.
Tres cosas, nada más.
Uno - ¡Feliz Dos mil once! (Bueno, un poco tarde, pero who cares.)
Dos - Este año, en Marzo para ser más exactos, mi blog cumple cuatro años! Cuatro años de explayarme felizmente por este medio. Y eso me pone orgullosa. Andá a saber por qué.
Tres - Me pone un poco paranoica la aplicación de '¿Te gustó?', simplemente porque no sé a QUIÉN le gustó. Y sí. Capaz la saco. O no, qué se yo. Es la ley del menor esfuerzo, en vez de comentar, ponés me gusta y ya fue. Sí, lo voy a sacar, sólo cuando mis ganas se junten con mi accionar. Jé. (¿Por qué se reía así?)
Cuatro - Ok, este punto no estaba predestinado a suceder, pero tengo la necesidad de crearlo mágicamente (¿Ah?). Sí, sigo diciendo que el verano es la peor época del año, y lo único que me gusta de Enero, es el aniversario de existencia de Martina. Listo, ya está. Chau.
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