25/4/09

Convidá Eugenia, CONVIDA !

Onda, cuando llegamos fue re loco, yo estaba re cansada y tenía un hambre! El viaje me re estresó y tenía un mal humor como para veinte. Encima me tuve que bancar que un montón de chiquitos pintados en la cara y con flechas quisieran interactuar conmigo. ¡O sea! Igual como soy tan educada les hablé, pero para mi sorpresa, no sabían hablar, o tenían otro idioma. ¡Rarísimo! ¡No era inglés, ni alemán, ni nada! Después de hablarme en su idioma, comenzaron a saltar y a gritar. Yo me re asusté; además mi vieja me había contado que eran caníbales. Pero yo no tenía ni idea lo que era eso, primero pensé que significaba 'fiesteros', o algo parecido.
Mientras saltábamos con ellos (yo fui al viaje con mis dos super mejores amigas y dos primos) me di cuenta que uno estaba mordiendo el brazo de mi primo Luciano y otros preparaban una fogata. Como soy tan inteligente y me doy cuenta de todo, salí corriendo tan rápido como pude, agarrando del brazo a mis mejores amigas. Creo que mis primos fueros la cena y el desayuno de los indios, ya que jamás los volví a ver. Qué pena, pero bueno así es la vida, no?
Cuando rajamos de ahí y estábamos lejos de esos indios sucios y feos, nos encontramos con un montón de animales raros, que jamás habíamos visto. Tenían pinta de sabrosos, así que decidimos cazar algunos. Primero me dió asquito, pero despçues del tercer pescado, quedé como para una siesta. Igual tenía tanto miedo que permanecí despierta, no quería que me mataran, era muy joven para morir. Además había ido a América sólo para encontrar algún tesoro, o plata.
Para nuestra sorpresa, había unas montañitas y abajo, tierra que había sido excarvada o algo así. Con mis amigas nos pusimos a buscar y encontramos oro puro. ¡Estábamos chochas de la alegría! Nos ibamos a poder comprar toda la ropa de Complot y Materia.
Cuando se hizo la noche, me puse a pensar en mis primos. Pobrecitos.. fue, tampoco que me fuera a poner a llorar. Entonces llamé a my friends y fuimos a caminar un ratito a la orilla del rio. Era re lindo, el agua super limpia, y las flores de todos colores. Corté algunas, para mi hermana que ama la flora de otros lugares. Después vino el buquebus y fuimos para casa. Al otro día en el cole les conté a todos lo que habíamos vivído y le di mi más sentido pésame a mi tía.


MUY BIEN! 10.

1 comentario:

Tras tu sombra dijo...

domQue raro... uno disfruta con los canibales, luego se aleja de ellos, luego, resulta que nosotros, de alguna forma, también lo somos, es decir, nos comemos otros seres.
me ha gustado tu cuento, sobre todo porque me ha hecho reir.}


un abrazo.