Vamos a analizarnos. Cada uno, mírese. No al espejo, mírese, mejor mirate, no me gusta tanto respeto; dale mirate, pero por dentro. Vos lastimas y a vos te lastiman. ¿Quién lo hace? Los que te importan; obviamente si viene alguien ajeno a vos a querer corromper tu vida, no va a preocuparte, es su tiempo libre, te da gracia, te reís, tus amigos te dicen 'ya fue, quién se creé?' y tu vida sigue transcurriendo, el tiempo sigue de segundo a segundo, tu cuerpo sigue respirando, tu familia continúa amándote, los chicos siguen fumando.
Pero alguien te lastima. Y no sabes hacia donde mirar, querés llorar. Hacelo, desahogate, grita, grita mucho, quedate sin voz. Hace falta un poco de odio mezclado en el amor, el equilibrio perfecto se llamaría. Igual, quién se creé. ¿Se creé dueño de qué? De nada, sólo te lastimó. Tu cerebro imagina, idea, complota miles y millones de venganzas, las más dolorosas, sangrientas. Querés que sufra. O tu orgullo prefiere la indiferencia.
Las personas somos tan diferentes las unas de las otras. ¿Qué es lo mejor? No se, terriblemente no lo se. No lo sabe nadie, ni nada; jamás. Tampoco lo quiero saber, no tengo ganas de conocer lo peor que soy para y con los demás. A mi con ese tipo de verdades, NO.
Esto se torna personal y no es lo que quiero. Vayamos a lo puntual; te lastimaron y reaccionaste de la peor manera. Volvemos a no saber cual sería esa 'peor manera', pero queremos saber cual seria LA manera. Te amaba y te lastimó, eso te dice. ¿Cuándo esa lastimadura es sincera de arrepentimiento y cuándo no? Y si pensás que es realmente sincera y al corto tiempo esa rotura vuelve gracias a la misma persona, ¿Qué hacés? Don't let me down le decís. Please don't let me down le repetís. No hay estructuras predecibles, cualquiera actúa como impulsivamente le venga a la cabeza. Algunos impulsivamente gritando, otros impulsivamente recreando el 'no me importa' como hace en todas las acciones de su vida cotidiana y no.
Y no, no quiero ser así, no quiero.
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